He decidido empezar la introducción de esta nueva Bottle Share Playlist siendo honesto con vosotros. Soy muy fan de Cyclic. Un fan 360º, podría definirme, ya que no sólo me encantan sus cervezas, sino que también me gusta su imagen, su filosofía, las personas que forman parte de su equipo y el funk que llevan dentro. Pero también debo reconocer que, a pesar de haber coincidido en unos cuantos festivales durante estos últimos años, sólo he estado dos veces en su taproom. Por eso hoy, quiero redimirme y admitir públicamente mis pecados, comprometiéndome a visitar más a menudo esa joya que tenemos en el barrio de La Sagrera.
Contar con Joshua Wheeler, Co-Propietario y Brewer de Cyclic Beer Farm, como nuevo selector de la serie musical de C R A F T E D, es algo que me alegra muchísimo. Si seguís leyendo, y escucháis la playlist, entenderéis el porqué.
Empezamos hablando sobre fermentación, y Joshua ya me deja claro que lo suyo viene de bien pequeño: “La fermentación no era algo nuevo en mi casa. Mis padres y mis abuelos hacía vino de mora y saúco casi cada año, y mi abuela, que me enseñó a hacer chucrut, siempre me explicaba cómo su abuelo y su tío hacían sidra y cerveza tras llegar a los Estados Unidos desde Alemania.”
Como consecuencia de su increíble herencia familiar, Joshua empezó a hacer vino con frutas silvestres. Hasta que descubrió que elaborar cerveza era mucho más rápido, y que en la tienda local, tenía a su alcance una gran variedad de equipos y herramientas para ello.
La primera cerveza ácida que probó fue Consecration de Russian River Brewing. Esa experiencia cambió totalmente su percepción sobre lo que era cerveza. A partir de ahí, tal y como el propio Joshua reconoce, “comencé a leer, a estudiar y a experimentar todo lo que pude, lo cual me llevó a elaborar cerveza también en Londres, con Redemption Brewing, durante los meses que estuve alojándome con un amigo. Significó una gran experiencia de aprendizaje el poder trabajar con fermentación abierta y reutilizar levaduras con un centenar de generaciones.”
Al volver a su ciudad, Los Angeles, continuó formándose y empezó a trabajar para Strand Brewing, elaborando sobre todo cervezas muy lupuladas de corte norteamericano. Posteriormente, volvió a Londres para estar más cerca de su mujer catalana y trabajar con su ex colega de Redemption, que justo empezaba el proyecto de Partizan Brewing.
Cuando decidió irse de Londres para estar más cerca de la familia, recibió como obsequio el equipo de elaboración de Partizan - que antes había sido utilizado por The Kernel Brewery -. Fue entonces cuando decidió montar algo en Barcelona, y tuvo la suerte de conocer a su actual socio, Alberto - propietario del restaurante de cocina vegetariana Ale&Hop, que ofrece diez tiradores de cerveza artesana y una gran variedad de botellas y latas en el barrio del Borne -, con quién compartía la afición por el surf y la buena cerveza. Ambos decidieron fundar el proyecto de Cyclic Beer Farm, focalizado en la cultura de cervezas estilo Saison y Farmhouse Ale elaboradas con Brett y Lactobacillus. Utilizan productos ecológicos y muchas de las frutas de sus cervezas son del huerto del propio Alberto.
En cuanto a su faceta musical, Joshua creció escuchando y tocando música country. Concretamente el violín. Pero también solía escuchar mucho rock clásico y surf rock. En su adolescencia, empezó a tocar la guitarra e incluso creo una banda de punk/ska inspirada en grupos como Operation Ivy y The Descendents.
Su interés por la música y la ciencia le llevó a formarse en ingeniería de sonido, grabación y post producción, y a estudiar en el Musicians Institute de Hollywood (Los Angeles, California) mientras continuaba tocando en diferentes bandas junto con su hermano, pasando del punk a otro tipo de bandas más similares a Faith No more o Incubus. Trabajó como asistente y ridder en varios estudios, y en paralelo, realizando por su cuenta grabaciones y mezclas para bandas de amigos.
Transcurrido un tiempo decidió cambiar la guitarra por el bajo, y se unió a una banda de reggae con reminiscencias a Sublime. El último grupo con el que tocó, en el que también estaba su hermano, se llamaba Wings Like Weapons.
A pesar de la fuerte influencia que ha tenido la música rock en su vida, tanto como ingeniero de sonido como en su carrera de músico, el propio Joshua admite que “desde que empecé a tocar el bajo realmente me absorbió el mundo del funk de los 60, 70, 80 o de estilos influenciados por el funk. Es divertido y te da ganas de moverte, y además, hay tantísimas canciones desconocidas aún por descubrir ... es una locura. Así que aquí te dejo algunas de ellas, algunas con mucho groove, y otras simplemente para bailar y pasarlo bien. Algunas de las elegidas son canciones que he descubierto mientras preparaba la playlist. ¡Por cierto! Por si no te habías dado cuenta, los temas relacionados con el funk y los bajistas que me gustan, dan nombre a algunas de nuestras cervezas especiales. Espero que la disfrutes mientras te bebes algo funky.”. Amen Joshua, así lo haremos!