Estrenamos el año en C R A F T E D con nuestra segunda publicación para la serie CRAFTED RADAR, una serie que, como sabéis los que nos leéis normalmente, tiene como principal objetivo poner el foco en aquellos proyectos cerveceros jóvenes que nos emocionan.
En el caso de Cervesa Màger, voy a ser bastante claro. Para mí, la irrupción de esta cervecera especializada en cervezas ácidas, salvajes y de fermentación mixta, es de lo más emocionante que ha sucedido a nivel cervecero en los últimos años.
Recuerdo que la primera vez que tuve la oportunidad de probar uno de los caldos de Aleix Puig, fue en el Mash 2019, en el stand de Other Half Brewing. Casualmente, la copa me la llenó uno de los protagonistas de nuestro primer Crafted Radar, el amigo Iván Raho de Oddity Brewing. Será que lo bueno atrae a lo bueno. Desde entonces, Màger, siempre está presente en mis oraciones cerveceras. Y por supuesto, en mi nevera.
ORIGEN Y AÑO DE FUNDACIÓN
Cervesa Màger se fundó en el año 2018, y la primera referencia que sacó al mercado fue Minimal, una cerveza moderadamente ácida, cuya receta estaba pensada para dar a conocer e introducir a los paladares de la zona el estilo Berliner Weisse.
Pero la historia cervecera de Aleix Puig, fundador y cervecero de Màger, empezó algunos años antes. Concretamente en el año 2013, en un festival de cerveza artesana: “Al descubrir la cerveza artesana se me abrió todo un mundo, desde descubrir una bebida que me gustaba, hasta encontrar infinidad de gustos y olores diferentes que me despertaron una pasión, ya fuera para probar cada día nuevas cervezas y estilos distintos, o para asistir a ferias y festivales con devoción y hacer nuevas amistades en el mundo cervecero. Somos vecinos de Sant Joan de Mediona, un lugar en el se celebra una de las muestras más grandes y más importantes de la Península, y era un delito que los anteriores años no hubiera asistido, al no saber lo que era una cerveza como dios manda“. Algo así como descubrir la música rock en el festival de Woodstock, me imagino.
El siguiente (y lógico) paso fue empezar a elaborar, como el propio Aleix reconoce, “sin descanso, cada semana hacía alguna cerveza diferente y nunca las repetía. Al cabo de poco tiempo, con la ayuda de algún libro, empecé a hacer mis propias modificaciones y recetas”.
Tras una visita a Ales Agullons, Carlos Rodríguez le aconsejó sobre algunos lugares que impartían cursos y talleres en Barcelona, y nada más llegar a casa, Aleix se apuntó a varios. Quería tener el máximo conocimiento sobre el proceso de elaboración. A partir de ahí, el kit todo grano de 5L de Family Beer se le quedó pequeño, y empezó a elaborar lotes de 20L, 50L y finalmente 100L, en una habitación habilitada y destinada únicamente a hacer cerveza.
Durante su proceso de aprendizaje, la incesante inquietud de Aleix le llevó a crear junto con otros homebrewers del área del Penedés el colectivo cervecero Club Zythos: “una vez al mes nos reuníamos en la capital del vino, Vilafranca del Penedés, y hacíamos talleres, visitas y compartíamos conocimientos. Durante esta etapa la motivación fue más grande, pudiendo compartir y aprender de otros homebrewers, haciendo una serie de elaboraciones de estilos diferentes cada semana, e intentando obtener el resultado más parecido posible según el estilo, con ganas de que la gente probase las cervezas, conocer sus opiniones y encontrar posibles defectos para mejorar.”
Y fue en aquella época, cuando descubrió el estilo sour. Descubrimiento que le llevó a tomar la decisión de elaborar su primera cerveza como gypsy en una fábrica localizada a 20km de su pueblo, mientras lo compaginaba con otros trabajos en el mundo del cava y la pintura artística, y contando con la inestimable ayuda de su pareja, Mireia. En ese momento, nació Màger.
EL CASTILLO DE VILAMÀGER
Mientras iba elaborando cervezas, Aleix pensó que era un buen momento para reformar los bajos de su casa familiar en La Llacuna, provincia de Barcelona. Y lo primero que hizo, antes de iniciar las obras, fue vaciar todas las herramientas y trastos viejos que estaban almacenados, incluyendo las barricas antiguas de su abuelo: “al sacar las barricas viejas, uno de los apoyos que las aguantaba, era una piedra que nos encantó al verla. De su forma, nació nuestro logo, hexagonal con un triángulo en medio.”
Según nos comenta Aleix, muchas de las casas del pueblo están construidas con piedras del castillo, y aquella piedra, antiguamente, formó parte de un pilar del castillo de Vilademàger, guardián del pueblo. “De ahí surge el nombre de nuestra marca, Cervesa Màger”, señala Aleix, que como cualquier otro “llacunenc” o “llacunenca” enamorado del castillo reconoce que “todavía le encontré más valor a aquella piedra que aguantaba las barricas“.
FILOSOFÍA
Si nos adentramos en la filosofía de Màger, resulta fácil encontrar una fuerte conexión con el entorno que ha rodeado a Aleix desde pequeño: “nací en una tierra de vinos y cavas, en el medio del Penedés, trabajando en unas bodegas de Cava y teniendo desde siempre relación con este mundo”.
Por ese motivo, la evolución que le llevó a interesarse por un estilo o estilos que, como el propio Aleix admite “fusiona técnicas muy parecidas y aporta esa parte salvaje a las cervezas”, era algo que parecía predestinado. Me atrevería incluso a decir que ese camino recorrido, no sólo forma parte del ADN de Màger, sino que de alguna manera ha ido forjando la identidad y el carácter de la cervecera.
Un proceso de revelación plagado de matices y experiencias que finalmente llegaron a materializarse en aquella primera Berliner Weisse que, como dice Aleix, “lo cambió todo: ácida, afrutada y muy parecida a un cava, que encajaba perfectamente en el territorio. Me encantó el resultado final y la parte añadida de la elaboración (acidificación, trabajar con frutas…), algo más compleja que la de las cervezas que había hecho hasta el momento. Fue una experiencia fantástica”.
ESTILOS DE CERVEZA
Los estilos de cerveza que forman parte del proyecto del Màger, están centrados en las cervezas ácidas, ya sean sour, wild o de fermentación mixta.
De hecho, cuando uno escucha a Aleix describir sus cervezas, rápidamente percibe la pasión y las ganas constantes de mejorar que hay detrás de cada receta: “tras la Minimal, poco a poco he ido haciendo diferentes elaboraciones, siempre con la misma cerveza de base y jugando con diferentes densidades y frutas, hasta descubrir las maravillosas bacterias y levaduras más salvajes, otro mundo que me apasiona dentro de las ácidas, como las Wild Ale, con perfiles más funky o más agrios. Jugar con levaduras salvajes, de las propias frutas o barricas, es una de las cosas que más me está apasionando en la actualidad”
La primera Wild Ale que lanzó Màger fue la Wild Beats, una cerveza sour acidificada con lactobacillus, fermentada con saccharomyces, y posteriormente refermentada y madurada durante cuatro meses con un 30% de frambuesas naturales, cuyas levaduras le aportaban esa parte salvaje. Aleix, admite que se trata de “una de las cervezas de la que estoy más orgulloso, ha ganado varios premios y la intento seguir mejorando cada día”.
Otros ejemplos de cervezas que podemos encontrar en el portfolio de Màger son, la Ghost Cherries, una sour envejecida y refermentada durante seis meses en barrica de vino blanco con un 25% de cerezas y seis meses más de guarda en botella, la Cosmic Trance, una barrel aged con un 30% de grosellas rojas envejecida durante seis meses en barrica de vino blanco, o la Soul Peach, una Imperial Wild Ale de 9% ABV, con un 30% de melocotones ecológicos del Ordal, fermentados durante 5 meses y con un añadido de extracto de Vainilla natural. Todas ellas, con frutas naturales y barricas de roble procedentes del Penedés.
Si al igual que me sucede a mí mientras escribo este artículo, se os ha empezado a hacer la boca agua, esperad, porque hay más. Aleix me avanza que este 2021 tiene previsto seguir lanzando nuevas Wild Ales junto con otras cervezas que ha venido elaborando hasta la fecha, como sería el caso de Barrica de Chardonnay, “una cerveza de base Berliner Weisse, pasada por barrica donde previamente hemos fermentado uva Chardonnay, de una de las viñas de altura de nuestro pueblo, zona donde las bodegas buscan la altitud para conseguir la acidez en sus vinos y obtener una mejor calidad”. Esperaremos impacientes a probar el resultado.
Al preguntarle sobre la cerveza de la que se siente más satisfecho hasta la fecha, la elegida es Soul Peach, si bien reconoce tener una predilección especial por la Atrapada, una cerveza que todavía no ha visto la luz en botella y que saldrá este año, en la que “la cerveza se fusiona con mundo del vino, con uva de variedad Trepat de las viñas de un buen amigo que hemos cosechado durante tres años, y en la que hemos ido haciendo diversas pruebas para integrarla bien en la cerveza. En este caso, lo que se hace es previamente una maceración carbónica de la uva en su propio grano, así conseguimos extraer el máximo de aromas y sabores, y a media fermentación lo trasvasamos a la cerveza, donde se pasa medio año en guarda pasando por barrica”.
PLANES DE FUTURO
Al hablar del futuro de la cervecera, Aleix lo tiene claro: de momento, se mantendrán como gypsies, elaborando la misma línea de estilos sour y wild, y con la Minimal como una de sus referencias fijas. Seguirán lanzando novedades, trabajando con frutas y barricas, y continuarán realizando producciones no muy grandes para asegurar un mejor control.
Me alegra escuchar que, a pesar del revuelo y excitación que para muchos ha supuesto el despegue de Cerveses Màger en nuestro panorama cervecero, el “tarannà” y la visión de Aleix permanecen intactos. Y la demostración de ello nos la encontramos en sus palabras cuando dice que “una de las cosas que ahora tengo claras, es no correr y tener paciencia, pues es una de las cosas que me ha hecho llegar donde estoy ahora y justamente es lo más importante y lo que hace que sean tan especiales estas cervezas de guarda. El tiempo las hace más vivas y brillantes, y cuanto más paciencia mejor es el resultado final. Este año vamos a intentar experimentar con las cervezas espontáneas, con cervezas fermentadas con levaduras naturales de la zona y con acidificación natural, buscando un “terrer o terroir”, que le dará más amor por nuestro territorio, e inoculaciones naturales creando una cerveza única e hija de la tierra y de la naturaleza“.
Otro de sus planes más inmediatos, y aquí debéis prestar atención queridos amigos de las cervezas ácidas, es destinar una parte del local a abrir una tienda y zona de degustación que se llamará L’OR DE LA REPÚBLICA. Un espacio especializado en cervezas espontáneas, lambic, sour y wild, que servirá para dar a conocer los estilos de cervezas ácidas en la zona, “mientras seguimos disfrutando y transmitiendo nuestra pasión”. ¡Cerveceros, id buscando habitación, que nos vamos todos para La Llacuna!