C R A F T E D | BY ØHM SWEET ØHM

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Oblivion Barrel Project: un olvido memorable

Photo © Øhm Sweet Øhm

Dicen que los recuerdos no son fijos ni permanentes y que las emociones poderosas y distintivas, sean felices o tristes, son las que influyen en nuestra capacidad para recordar las cosas.

Probablemente ninguno de los asistentes a la cata de Oblivion Barrel Project que tuvo lugar el pasado 16 de marzo de 2023 en Biercab, se había olvidado de donde estábamos hace justo tres años. Un momento en el que parecía que no había futuro y en el que el tiempo se había detenido en el presente, pero que le sirvió a Aran y a Mikel para desempolvar viejas ideas de esas que requieren quietud, paciencia, y van tomando forma sin mirar el reloj.

La palabra Oblivion en inglés significa olvido, pero tal y como cuentan sus artífices, es algo que va mucho más allá. Es un olvido profundo, que incluso puede llegar a desaparecer de la mente. Aunque también se le puede dar una connotación de purgatorio, entendido como ese estado transitorio duro previo a alcanzar la felicidad.

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Desde la mesa comunal más cervecera del Eixample, Aran nos cuenta que el origen del proyecto de Oblivion fueron 1000 litros de una cerveza Kölsch que decidió guardar en un cubitainer junto con 400 kg de cerezas: “pasado un tiempo en el que casi nos habíamos olvidado, aproximadamente dos años, la probamos por curiosidad y vimos que estaba buena, y como tenía un punto de taninos, decidimos trasvasarla a otro tanque ya sin hueso y limpia de fruta. Allí la dejamos dos o tres años más”.

A partir de ahí, fueron llenando y madurándola en diferentes barricas, hasta obtener el blend: “una vez decidimos la mezcla y los porcentajes, le añadimos la dextrosa, levadura de expedición - refermentación - y dijimos, que pase lo que pase…”. Y lo que pasó, a pesar de la naturalidad e humildad con la que se expresa Aran, fue algo muy especial que demuestra su habilidad y experiencia como maestro cervecero. El nombre: Molsosa, una Wild Ale de 6.7% ABV, mezcla de cervezas de fermentación mixta envejecidas en barricas de Chardonnay.

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Mientras llenamos las copas con la segunda de las cervezas, y conversando sobre el origen de la marca y su diferenciación intencionada con La Pirata, Mikel admite que “para nosotros era una forma diferente de hacer cerveza, alejada del concepto de La Pirata de cervezas frescas y recorrido más corto. En este caso fue más olvidémonos de la cerveza, dejémosla aparcada, evolucionando, y tampoco lo hicimos de una manera consciente. Por eso el nuevo nombre nos encajaba tanto.

Tras la explicación y el primer sorbo a Flordeneu, una cerveza de 5.5% fermentada con brisa de uva Picapoll y madurada durante un año en barricas de cava local, Aran destaca que “con los nombres de las cervezas de Oblivion también queríamos explicar algo diferente, mitológico, tradicional y muy vinculado con nuestro territorio, con el terruño”.

En cuanto a la posibilidad de repetir recetas, y si bien la intención es tratar de crear condiciones similares que permitan replicarlas, reconocen que por la manera en que este tipo de cervezas se elaboran es muy difícil y que cada lote será único. Un ejemplo lo encontramos en la propia Flordeneu, que según señala Aran es “una antibirra. Fuimos a buscar la uva Picapoll blanca recién prensada de Oller del Mas, la pusimos en un tanque al que le añadimos un mosto enfriado de cerveza Saison, mitad trigo mitad cebada, sin levadura añadida y sin nada más. Fermentación 100% salvaje, a temperatura ambiente, durante tres semanas en el tanque, y después la trasvasamos a las barricas de cava durante un año.

Cerramos la cata con Cucafera, cerveza de fermentación mixta de 5.5% ABV envejecida durante dos años en barricas de roble francés con cerezas de madroño recogidas en el bosque de Súria. Magnífica.

En ese momento, las explicaciones se han ido transformando al igual que los mostos en las barricas, en risas y abrazos con los amigos que se acercan a saludar. Puede que Oblivion haya nacido del olvido, pero cada vez que descorchamos una de sus joyas, recuperamos la magia que tiene compartir momentos alrededor de una mesa. Momentos capaces de emocionarnos. Un proyecto nacido del olvido pero que nos ayuda a recordar.

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