El protagonista de esta nueva edición de la serie Cerveza Artesana y Diseño es uno de los grandes. Y no lo digo solo por el hecho de que Karl Grandin sea el co-fundador de una de las cerveceras más famosas y respetadas del mundo, la sueca Omnipollo, sino porque bajo mi punto de vista, él forma parte de ese grupo de artistas “elegidos” que, gracias a su visión, más fuertemente han contribuido a la exploración de nuevas dimensiones y a la generación nuevos universos creativos dentro de la escena craft beer.

Soy de la opinión de que las personas somos quienes somos gracias a lo que vivimos. Las memorias o recuerdos de esas vivencias, nos ayudan a construir una identidad personal, y sin ellas, no sabríamos ni quiénes somos, ni de dónde venimos. En ese sentido, considero que una parte de la cultura craft de hoy en día está fuertemente influenciada por el concepto innovador, poco convencional y extremadamente creativo de la cervecera fundada por el cervecero Henok Fentie y el artista gráfico Karl Grandin.

Probablemente muchos de nosotros no seríamos los mismos si años atrás no hubiéramos descubierto y probado cervezas tan disruptivas como la mítica Yellow Belly en colaboración con Buxton, o la sublime y decadente Noa Pecan Mud Cake - por citar algunos ejemplos -. El recuerdo de cervezas así, no se borra fácilmente, ni tampoco la capacidad que tuvieron - y siguen teniendo - de abrir la mente a muchos cerveceros y entusiastas a todos los niveles.

Omnipollo nació en el año 2010 a partir de la visión compartida de sus fundadores, consistente en cambiar para siempre la percepción que tenemos sobre la cerveza. Si bien la mayoría de sus recetas las elaboran como nómadas en las instalaciones de cerveceras de todo el mundo, recientemente inauguraron su propia fábrica y tap room en en el interior de una antigua iglesia localizada en Sundbyberg (Estocolmo). Otra genialidad que estoy deseando poder visitar algún día.

Karl, por su parte, que se crió cerca de una montaña a las afueras de Estocolmo, ha estado involucrado en todo tipo de proyectos a lo largo de su carrera: desde pizza conceptual, portadas de discos, revistas musicales, la formación de su propio estudio experimental “Vår”, ropa - fue uno de los fundadores de la marca Cheap Monday - y por supuesto, cerveza.

Acercarnos al proceso creativo de Karl Grandin a través de este artículo en C R A F T E D, es un lujo absoluto. Los que le seguís desde hace tiempo y le admiráis, seguramente estaréis tan encantados como yo con esta entrevista, y al resto, tan sólo me queda animaros a que profundicéis en el maravilloso universo de Omnipollo, ya que es una asignatura troncal para cualquier aficionado del diseño y la cerveza. No os arrepentiréis. ¡Muchas gracias Karl!

Ø: Omnipollo surgió de la unión entre un cervecero, Henok Fentie, y un artista, tú, tras conoceros a través de un amigo en común. De ese encuentro nació una de las cerveceras que mayor impacto ha tenido en nuestra percepción de lo que debería, o puede llegar a ser, una cervecera. Tanto a nivel de recetas, como a nivel de comunicación, identidad visual y mensaje.

¿Cómo recuerdas aquellas primeras conversaciones con Henok y cuál fue el proceso que os llevó a imaginar una marca que, además de reinventar el mundo de la cerveza artesanal a partir de la experimentación, ha sido capaz de crear un universo propio tan único y singular?

Desde el mismo instante que conocí a Henok, supe que tendríamos algo interesante en el futuro y nos hicimos amigos al momento. Tenía una forma de transmitirme sus sueños e ideas con la que realmente me sentía identificado. Hablamos sobre las expresiones culturales, los sueños, el arte, la moda, la música, etc., que nos interesaban, y sobre los aspectos que hacían que aquellas cosas que nos gustaban fuesen especiales. Yo sabía cómo quería abordar el proyecto, cómo sumergirme en él, y nuestra filosofía en común hizo que disfrutáramos mucho durante el nacimiento de Omnipollo. Nuestras ideas iban dirigidas a crear algo nuevo, algo que los dos estábamos buscando, así que lo único que tenía sentido para nosotros era inventarlo de la misma forma que lo habíamos soñado.

Ø: Como apasionado de la cerveza artesana y el diseño, debo admitir que además de que me encantan vuestras cervezas soy un ferviente admirador de tu trabajo y de la manera que sugieres, explicas y cuentas historias a través de la creatividad. ¿Podrías definir en pocas palabras cuál es el leitmotiv de Omnipollo?

Las imágenes, ya sea en etiquetas, latas, botellas, bares, exposiciones o donde sea, son parte de un mundo que está cambiando, expandiéndose y evolucionando lentamente. Los dibujos son, en gran medida, un reflejo de mi propia mente, pero también tengo en cuenta al espectador, al consumidor, con la esperanza de llevármelo conmigo en el viaje. En un medio tan subjetivo como es la cerveza, la persona que interactúa con la bebida (y el diseño) se convierte en una parte más del proceso.

Ø: En cuanto a tu proceso creativo a la hora de diseñar, ¿qué es lo que te inspira cuando te enfrentas a un nuevo trabajo? ¿Sigues un tipo de rutina en particular? Influyen de alguna manera el estilo y/o los ingredientes de cada cerveza?

Depende de si es un trabajo para un cliente, de si está relacionado con Omnipollo o de si es un proyecto personal y autónomo, pues hay algunos proyectos que necesitan más preparación o interacción antes de que el bolígrafo llegue al papel. Una vez que empiezo, siempre lo hago más o menos de la misma manera, que es tratando de derramar mi mente en el papel, y dejándome guiar normalmente por recuerdos o pensamientos que tengo guardados en mis cuadernos de bocetos.

Ø:  En tu opinión, ¿qué cualidades crees que debe tener un buen ilustrador y/o diseñador gráfico que esté interesado en trabajar en el sector de la cerveza artesana?

Curiosidad y coraje.

Ø: Si tuvieras que elegir un trabajo de tu portfolio para Omnipollo del que estés más orgulloso, ¿cuál sería y por qué?

Por lo general, suelo estar más entusiasmado con los proyectos futuros que tengo por delante, pero un diseño del que estoy muy satisfecho es la última versión de Gone, que lanzamos el 20 de enero de 2021.

Ø: ¿Prefieres afrontar el proceso creativo solo o en equipo?

Hay partes del proceso en las que trabajar solo es necesario, pero a mi me gusta intercambiar ideas y pensamientos, y ver qué sucede. Actualmente reparto las horas que trabajo entre mi apartamento, mi despacho en las oficinas de Omnipollo y mi propio estudio. Algunas veces, me arrastro hasta mi mazmorra para trabajar recluido, pero por regla general no puedo estar alejado del mundo exterior durante muchos días. Para mí es importante estar rodeado de personas y criaturas que me inspiran, y creo que esa es una de las principales razones por las que trabajo en proyectos colaborativos, como es el caso de Omnipollo, en lugar de dibujar y pintar solo para mí.

Ø: ¿Qué marcas y/o diseñadores gráficos del mundo de la cerveza artesanal admiras?

Algunos de los artistas con trabajos relacionados con la cerveza artesana que más me gustan son Keith Shore, Martin Ander y Museum Studio, pero hay muchas cosas buenas por ahí. Me gustan las marcas que se atreven a hacer lo suyo. No hay una fórmula establecida, deberíamos ir definiendo las reglas a medida que avanzamos.

Ø: Por último, ¿lata o botella?

En Omnipollo trabajo con todo tipo de formatos y materiales - botellas impresas, latas impresas, etiquetas, fundas, etc. - en y para diferentes mercados, con diferentes proveedores y en diferentes condiciones. Los proyectos se retroalimentan todos entre ellos. ¡Aunque nunca me olvidaré de la primera Heady Topper que me bebí directamente de la lata!